jueves, 24 de enero de 2013

El Paulino fiel. Timoteo Giaccardo


Por: José Miguel Villaverde Salazar
“Josechu”, así lo llamaban los amigos, era un chico serio y muy estudioso que amaba los juegos y también ir a la Iglesia con su grupo. Cierto día, cuando “Josechu” tenía ocho años, conoció a un joven sacerdote recién ordenado: Santiago Alberione. Años después, “Josechu”, ya José Giaccardo, con ayuda de este padre, ingresó al seminario. ¿Quién diría que este jovencito sencillo y de ideas claras, en 1917 ingresaría a la naciente Sociedad de San Pablo de la cual sería su primer sacerdote y vicario general? Así son las cosas de Dios.

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