Señor, entre tantos jóvenes que había donde yo vivía, sólo en mi corazón sembraste la inquietud de consagración a través del sacerdocio.
Consciente de mis pobrezas y mis debilidades, aquí estoy para hacer tu voluntad, crucé las puertas del seminario, y atrás quedaron las mil cosas que pretendía hacer y ser; y ahora tengo en frente lo único que tú quieres que yo sea, tú sacerdote.
Sé que no me faltará tu gracia como no me faltarán las dificultades. Sé que no me faltará tu providencia como no me faltarán las inquietudes.
Aquí estoy Señor, Aquí estoy.
Sé que no me faltará tu gracia como no me faltarán las dificultades. Sé que no me faltará tu providencia como no me faltarán las inquietudes.
Aquí estoy Señor, Aquí estoy.
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