martes, 5 de marzo de 2013

Huellas sobre la arena


Por: Autor desconocido 
Una noche en sueños vi 
que con Jesús caminaba 
junto a la orilla del mar 
bajo una luna plateada. 

Soñé que veía en los cielos 
mi vida representada 
en una serie de escenas 
que en silencio contemplaba. 

Dos pares de firmes huellas 
en la arena iban quedando 
mientras con Jesús andaba, 
como amigos, conversando. 

Miraba atento esas huellas 
reflejadas en el cielo, 
pero algo extraño observé, 
y sentí gran desconsuelo. 

Observé que algunas veces, 
al reparar en las huellas, 
en vez de ver los dos pares 
veía sólo un par de ellas. 

Y observaba también yo 
que aquel solo par de huellas 
se advertía mayormente 
en mis noches sin estrellas, 

En las horas de mi vida 
llenas de angustia y tristeza 
cuando el alma necesita 
más consuelo y fortaleza. 

Pregunté triste a Jesús: 
"Señor, ¿Tú no has prometido 
que en mis horas de aflicción 
siempre andarías conmigo? 

Pero noto con tristeza 
que en medio de mis querellas, 
cuando más siento el sufrir, 
veo un sólo par de huellas. 

¿Dónde están las otras dos 
que indican tu compañía 
cuando la tormenta azota 
sin piedad la vida mía? 

Y Jesús me contestó 
con ternura y compasión: 

"Escucha bien, hijo mío, 
comprendo tu confusión. 
Siempre te amé y te amaré, 
y en tus horas de dolor 
siempre a tu lado estaré 
para mostrarte mi Amor. 

Mas si ves sólo dos huellas 
en la arena al caminar, 
y no ves las otras dos 
que se debieran notar, 
es que en tu hora afligida, 
cuando flaquean tus pasos, 
no hay huellas de tus pisadas 
porque te llevo en mis brazos".

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