viernes, 6 de diciembre de 2013

Amar a Dios con todo nuestro ser



El beato Padre Santiago Alberione, fundador de la Familia Paulina nos dejó como herencia espiritual el modo en que todo lo hemos de juzgar para saber si realmente estamos amando a Dios con todo nuestro ser. Así, descubrió que son tres las grandes dimensiones del ser humano:

1. Mente. En ella se origina todo; debemos aprender a santificar y purificar nuestros pensamientos. Pidiendo la claridad que el Espíritu Santo nos da, lo podemos lograr.
2. Corazón. Debemos ir a lo profundo de nuestro interior, darle allí un lugar privilegiado a Jesús Maestro, permitirle que dirija y reine toda nuestra vida.
3. Voluntad. Sin embrago, ya que la fe sin obras está muerta (St 2, 14), con todos nuestros actos debemos transparentar el Rostro bendito de Dios.

Esta es, pues, la integralidad del buen cristiano, el que en su interior, en sus pensamientos, con sus deseos, ilusiones, palabras, acciones y omisiones anuncia al mundo que Cristo habita en él.

¡Gracias, Padre Alberione! Y ya que gozas de la presencia del Señor Eterno, te pedimos que no dejes de rogar por estos tus hijos espirituales que en Dios confiamos. Amén.
Por: Ángel David Arias

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