jueves, 21 de junio de 2012


Novena a San Pablo
Día Primero
Oramos con la Biblia Dice San Pablo: “yo soy judío. Nací en Tarso de Cilicia pero me eduque en Jerusalén. Mi maestro fue Gamaliel, él me instruyó en la fiel observancia de la ley de nuestros antepasados, siempre he defendido con pasión las cosas de Dios. Yo perseguí a muerte el camino cristiano encadenado y encarcelado a hombres y mujeres. Me dirigía a Damasco con ánimo de traer encadenados a Jerusalén a los creyentes que allí hubiera para que fueran castigados. Iba pues camino de Damasco y cuando estaba ya cerca de la ciudad, hacia el mediodía, de repente brilló a mi alrededor, una luz cegadora venida del cielo. Caí al suelo y vi una voz que me decía “Saúl, Saúl”, ¿por qué me persigues?. Yo respondí “quien eres Señor”, y me dijo: “Yo soy Jesús de Nazareta quien tú persigues”... Los que venían conmigo vieron la luz pero no oyeron la voz del que me hablaba. Yo dije: “que debo hacer Señor”, y el Señor me dijo “levántate y vete a Damasco, allí te dirán lo que debes hacer...” Como no veía nada, debido al resplandor de aquella luz, entré a Damasco de la mano de mis compañeros. Un cierto Ananías, hombre piadoso según la ley y muy estimado por todos los judíos que allí vivían, vino a verme y me dijo: “...hermano Saúl recobra la vista...” y en aquel mismo instante recobré la vista y vi a Ananías. (Hechos 22, 3-21)

Reflexionamos: (Comparación de dos épocas) Pablo golpeó y maltrató a ancianos, a jóvenes, a mujeres y a niños.También en la actualidad los ancianos son excluidos porque ya no producen, los jóvenes no son acompañados, instruidos y en algunos casos ni queridos, algunas mujeres son maltratadas y muchas de las familias se desmiembran. Esto me hace pensar: ¿Cómo soy con los ancianos?, ¿Cómo me comporto con los jóvenes, con las mujeres y con los niños?. Y pensando me comprometo: ampararé a los ancianos, brindaré mi afecto y mi ayuda a los jóvenes, a las mujeres y a los niños.

Oración final:
Fragmento de oración a los Romanos (11, 29-36)
¡Oh Dios! Veo que no te echas atrás,
después de elegir y dar tus dones...
...Padre, que profunda esta riqueza tu sabiduría y tu ciencia.
...En verdad todo viene de Ti ha sido hecho por Ti.
Todo ha de volver a Ti. ¡A Ti la gloria por siempre!. Amén.


Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
San Pablo, valiente constructor y difusor de la Iglesia de Cristo...
Ruega por nosotros.

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Día Segundo
Oramos con la Biblia “...Soporta los sufrimientos como un buen soldado de Jesucristo... Acuérdate de Jesucristo resucitado de entre los muertos... si con él morimos, viviremos con él, si con él sufrimos reinaremos con él, si lo negamos él también nos negará, si somos infieles, él permanece fiel...” (2 Timoteo 2,2-13)

Reflexionamos: (Reinar con Cristo) Jesucristo con su muerte y resurrección inaugura el más grande acontecimiento. Padeció una cruenta pasión, agonía y muerte, sin una queja, sin una mueca, sin un grito de dolor y nosotros ante el más leve malestar, nos impacientamos e increpamos al Señor diciéndole ¿por qué a mí?, cuando deberíamos decirle ¿para qué a mí?, ¿qué camino quieres indicarme? Esto me hace pensar: ¿Sé soportar mis enfermedades y dolores?, ¡sé luchar contra la adversidad?, ¿me comporto como verdadero hijo de Dios? Pienso que si sufro con él, reinaré también con él. En los momentos de prueba recordaré lo que dice San Pablo: “...Si con él sufrimos, reinaremos con él....”, “Bendito sea Dios, Padre de Cristo Jesús, nuestro Señor”.
Oración final:
Oración para santificar el dolor (2 Corintios 1, 3-7)
“...Padre siempre misericordioso, Dios del que viene todo consuelo, el que me conforta en todas las pruebas por las que ahora paso
de manera que yo también pueda confortar a los que están en cualquier prueba, comunicándoles el mismo consuelo, que tu Dios, me comunica a mí...”

Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
San Pablo, valiente constructor y difusor de la Iglesia de Cristo...
Ruega por nosotros.

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Día Tercero
Oramos con la Biblia “...Ordena en nombre de Dios, que nadie se enrede en vanas discusiones que no sirven para nada, si no es para ruina de los que escuchan. Esmérate por presentarte ante Dios, como un hombre de probada virtud, como un obrero que no tiene de que avergonzarse, como fiel intérprete de la verdad. Evita las discusiones inútiles que llevan a una impiedad cada vez mayor...” (2 Timoteo 2,14-16)

Reflexionamos: (Evitar el enredo en discusiones vanas) Cuantas veces nos vemos envueltos en discusiones vanas. Hay que evitarlas o cortarlas. Cuando nos ofendan, nos calumnien, nos traten mal física o psicológicamente lo mejor que hay que hacer es callar, no prestarse a seguir en ese trance. Recordemos lo que dijo un gran santo “...con una gota de miel, se cazan mas moscas que con un barril de vinagre...” Nos preguntamos: ¿somos amigos de las discusiones?, ¿cómo actuamos frente a ellas?, ¿nos irritamos, o guardamos discreción y silencio? Debemos proponernos: saber callar, contestar con un buen gesto, que puede ser una sonrisa. Decir siempre la verdad y evitar las discusiones violentas que llevan cada vez más a un alejamiento mayor.

Oración final:
De San Pablo a los Romanos (7, 21-25)
¡Señor, descubro en mí esta realidad: cuando quiero hacer el bien
se me pone delante el mal que está en mí. Cuando me fijo en la Ley de Dios se alegra lo íntimo de mi ser...!

Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
San Pablo, valiente constructor y difusor de la Iglesia de Cristo...
Ruega por nosotros.

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Día Cuarto
Oramos con la Biblia “...Tu, por tu parte, enseña la sana doctrina. Que los ancianos sean sobrios, juiciosos y prudentes, que vivan plenamente la fe, el amor y la paciencia. De igual modo que los ancianos observen una conducta digna de personas piadosas, que no sean calumniadoras, ni dadas al vino, sino buenos consejeros; de este modo enseñaron a las jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, casta, mujeres de su casa, buenas y respetuosas con sus maridos, para que no se hable mal de la palabra de Dios...” (Timoteo 2, 1-5)

Reflexionamos: (Obligaciones Familiares) Aquí descubrimos, que la familia, es el primer camino para llegar a Dios. Con madres y padres prudentes y sabios que saben vivir enseñando con el ejemplo. Todo hogar donde reina el amor, la paz y la comprensión es el sitio inmejorable para una vida sana de fe, por eso, los padres con sus hijos deben vivir gozosamente, valorándose unos a otros, sin peleas, sin altercados y sin discusiones inútiles. La lectura de las cartas de San Pablo les ayudará a cumplir sus compromisos con amor y fe porque los padres son los primeros y deben ser los mejores educadores de sus hijos. Me propongo: cumplir con esta imperiosa necesidad.

Oración final:
Oración de San Pablo por los Efesios (3,14-21)
“...Doblo mis rodillas ante Ti. Padre de quien toma su nombre toda familia en los cielos y en la tierra. Según la riqueza de tu gloria 
dígnate fortalecerlos por tu Espíritu para establecer entre ellos el hombre interior...”

Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
San Pablo, valiente constructor y difusor de la Iglesia de Cristo...
Ruega por nosotros.

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Día Quinto
Oramos con la Biblia “...Exhorta a los jóvenes a ser prudentes en todo, dando tú mismo ejemplos de una buena conducta. Sé íntegro en la enseñanza, ten buen juicio, que tu mensaje sea correcto y sin error. De este modo nuestros adversarios quedarán desconcertados y no podrán decir nada malo de nosotros...” (Timoteo 2,6-8)
Reflexionamos: (Exhortación a los jóvenes) Los jóvenes son los hombres del futuro. Ellos deben ajustar el mundo al Plan de Dios de la creación- Deben estar bien preparados para ser modelo de personas y aprender a servir a sus hermanos, especialmente a los más necesitados. Deberán ser ejemplo en todo, deberán alejarse de los falsos placeres, de la droga, del alcohol, y de los excesos.
Me pregunto ¿sé dar a ellos, ejemplos de buena conducta como me pide San Pablo?, ¿se acompañarlos, escucharlos y respetarlos?.
Me propongo: ayudarlos para que cumplan sus sueños, sigan la senda del bien, se comprometan en trabajar por un mundo mejor.

Oración final:
San Pablo hace esta oración siendo anciano y estando en Roma el año 62 . (Efesios 1, 3-14) “...Bendito sea Dios 
Padre de Cristo Jesús, nuestro Señor Tú nos bendijiste desde el cielo en Cristo con toda clase de bendiciones espirituales.
En Cristo nos elegiste desde antes de la creación del mundo
para caminar en el amor y estar en tu presencia sin culpa ni mancha...”

Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
San Pablo, valiente constructor y difusor de la Iglesia de Cristo...
Ruega por nosotros

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Día Sexto
Oramos con la Biblia “...Destierren la mentira, que cada uno diga la verdad a su prójimo, ya que somos miembros los unos de los otros. Si se dejan llevar de la ira, que no sea hasta el punto de pecar y que su enojo no dure más allá de la puesta del sol... El ladrón que no robe más, sino que se procure por trabajar honradamente para poder ayudar al que está necesitado, que no salga de su boca palabras groseras, si algo dicen que sea bueno, eficiente, oportuno y provechoso para quienes les escuchan...” (Efesios 4, 25-29)

Reflexionamos: (Comportamiento de un hombre de bien) Dijo el Señor cuando se dice SI que sea SI y cuando se dice NO que sea NO. No causemos el mal con mentiras, falsedades y murmuraciones. No debemos ser dados a la ira, ni calumnias, ni palabras ofensivas. Que nadie robe a su prójimo, al contrario que lo respete y lo ayude. 
Pienso ¿soy adicto a las mentiras?, ¿me irrito fácilmente?, ¿me cuesta perdonar? Me comprometo: a comportarme mejor, como lo solicita el Señor para el bien de mis hermanos.
Oración final: (Corintios 1,4-9)
“...Dios mío, 
te alabo sin cesar por la comunidad y por la gracia divina 
que recibieron en Cristo Jesús. Pues en Cristo recibieron todas la riquezas tanto las de la palabra como las del conocimiento al mismo tiempo que se hacían firmes en la fe...”
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
San Pablo, valiente constructor y difusor de la Iglesia de Cristo...
Ruega por nosotros

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Día Séptimo
Oramos con la Biblia“...Hijos obedezcan a sus padres, como es justo que lo hagan los creyente. Honra a tu padre y a tu madre, tal es el primer mandamiento que lleva consigo una persona, a saber; para que seas feliz y goces de larga vida en la tierra. Y ustedes, no irriten a sus hijos, sino edúquenlos, corríjanlos y enséñenles, tal como lo haría el Señor...” (Efesios 6,1-4)

Reflexionamos: (Relaciones de padres e hijos) Es un deber de los padres, educar a sus hijos con el ejemplo de sus vidas, encaminarlos por la senda de la corrección y el amor de Dios.
Deben ayudarlos a buscar su verdadera vocación y a concretarla.
No solo los padres deben actuar, también los hijos ayudan con su responsabilidad y cumpliendo los consejos de sus padres e implorando al Señor su protección y asistencia en la elección del porvenir.
Nos hace pensar ¿Cómo nos comportamos como padres y cómo hijos?
Me propongo: Tratar de cumplir los pedidos de Pablo y hacerlos míos.

Oración final:
Oración de Pablo a los filipenses desde la prisión (Flp 1,3-11). “...Te doy gracia Señor mío cada vez que me acuerdo de ellos
y cada vez que por ellos ruego lo hago con alegría...”

Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
San Pablo, valiente constructor y difusor de la Iglesia de Cristo...
Ruega por nosotros

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Día Octavo
Oramos con la Biblia “...Preserven en el amor fraterno. No olviden la hospitalidad, pues gracias a ella, algunos hospedaron sin saberlo a ángeles. Preocúpense de los presos, como si ustedes estuvieran prisioneros con ellos, preocúpense de los que sufren, porque ustedes también tienen un cuerpo. Valoren mucho el matrimonio, y que su vida conyugal sea limpia, porque Dios juzgará a los libertinos y a los adúlteros. No se apeguen al dinero, conténtense con lo que tienen, porque Dios mismo ha dicho “no te desampararé, ni te abandonaré”, de suerte que podemos decir con confianza, “El Señor es mi ayuda, no tengo miedo. ¿Qué podrá hacerme el hombre?” (Hebreos 13, 1-6)

Reflexionamos: (Visión de la Sociedad actual)
Nos preocupan las familias que revuelven la basura para poder comer. Nos preocupan los que sufren hambre y frío, los drogadictos, los alcohólicos, las personas diferentes, los que sufren enfermedades graves, los que padecen soledad, los secuestrados, las víctimas de la violencia, del terrorismo, de las guerras y de la inseguridad, los presos y todos aquellos que necesitan de nuestra ayuda fraterna.
Pienso si ¿verdaderamente me preocupo por la situación actual, aún en nuestra patria, hago algo para mejorarla?.
Me propongo: ayudar en lo que pueda, comenzando por rezar.

Oración final:
San Pablo escribió a los Corintios (2Corintios1,3-7) “...¡Bendito seas Dios! ¡Padre de Cristo Jesús, nuestro Señor! Padre siempre misericordioso Dios del que viene todo consuelo el que me conforta en todas las pruebas por las que ahora puso de manera que yo también pueda confortar a los que están en cualquier prueba comunicándoles el mismo consuelo que tu Dios, me comunicas a mí...”

Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
San Pablo, valiente constructor y difusor de la Iglesia de Cristo...
Ruega por nosotros

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Día Noveno
Oramos con la Biblia “...Le he dado avisos en público y en privado, he tratado de convencer a judíos y griegos para que se convirtieran a Dios y creyeran en Jesús, nuestro Señor. Ahora como ven, forzado por el Espíritu voy a Jerusalén sin saber qué es lo que me espera allí. Eso si, el Espíritu Santo me asegura en todas las ciudades por las que paso que me esperan prisiones y sufrimientos. Pero nada me importa mi vida, ni es para mí estimable con tal de llevar a buen término mi carrera y el ministerio que he recibido de Jesús el Señor...” (Hechos 20, 20-24)

Reflexionamos: (La preeminencia del amor) 1Corintios 13
Estamos llegando al final del camino que nos ha trazado Pablo y que mejor que cerrar esta novena con sus propias palabras:
“...Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe. Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y todas las ciencias, aunque tuviera toda la fe, una fe de capaz de trasladar montañas, sino tengo amor no soy nada. Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada. El amor es paciente, es servicial, el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor no pasará jamás. Las profecías acabaran, el don de lengua terminará, la ciencia desaparecerá, porque nuestra ciencia es imperfecta y nuestras profecías limitadas. Cuando llegue lo que es perfecto, cesará lo que es imperfecto. Mientras yo era niño hablaba como unos niños, sentía como un niño, razonaba como un niño, pero cuando me hice hombre, deje a un lado las cosas de niño. Ahora vemos como un espejo confusamente, después veremos cara a cara. Ahora conozco todo imperfectamente, después conoceré como Dios me conoce a mí. En una palabra ahora existen tres cosas, la fe, la esperanza y el amor pero la más grande de todas es el amor.

Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
San Pablo, valiente constructor y difusor de la Iglesia de Cristo...
Ruega por nosotros

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