Existen en el mundo cuatro grandes religiones, Budismo, Cristianismo, Hinduismo, Islamismo, por nuestros tiempos se suele hablar también de otra que es el Judaísmo; religiones que han estado en la historia y que permanecen en el mundo precisamente con el fin de anunciar una buena nueva motivadas por un profeta o divinidad. Existen también hoy distintos nombres que se le atañen a Dios, Jesús, Cristo, Yahvé, Jehová, Buda, brahmán, Alá, etc.
Más allá de esto, nos hemos preguntado qué es la religión y cómo viene Dios a nosotros por medio de esa fe que profesamos. El catolicismo, religión que considero en igualdad de verdad a las religiones nombradas renglones anteriores anuncia a Dios, Cristo Jesús, muerto en la cruz por los pecados de la humanidad, resucitado y que habita aunque no materialmente, si espiritualmente sobre toda la humanidad, sobre todos aquellos que lo creen.
La religión profesada, bien como cristiano, budista, judío, islámico, se vive personalmente, o mejor, nace desde la experiencia personal, para así luego ser comunicada y vivida en comunidad. La religión no te salva, te salva tu interiorización, tu cercanía con aquella Esperanza, Ser, Dios al cual no ves, al cual no puedes palpar, pero en el cual con tu espíritu puedes sentir y con la razón puedes creer.
Y ¿qué es eso de creer por medio de la razón? Ciertamente racionalmente no podemos llegar a conocer a Dios, pero si lo podemos abstraer, pensar, meditar, reflexionar, interiorizar. Si quieres llegar a Dios, vuélvete sobre ti, haz introspección en tu ser, aunque suene algo teológico no se necesita de desgastarnos pensando cómo hablarle a Dios, aunque Él ya lo conoce todo, necesita también de que nosotros como seres humanos, con interrogantes, dudas y todo lo que quieras, interiorices y sepas que eres un ser que ha nacido, que te reproducirás y que luego morirás, osea, eres un ser que se consume de a poco.
Entonces por qué discutir sobre cierta, alguna, ésta o aquella religión, en lo que debemos pensar es, en cómo estoy yo como individuo siendo agradable a Dios. ¡Es que yo no soy de religión alguna, ni creo en nada! Ateo, gnóstico o aquello en lo que te mantienes racionalmente, también desde allí puedes hacer el ejercicio. Con ello lo que quiero decir es que el mundo no ha sido construido para que discutamos por cosas y temas a veces impensables, pero algo sobre lo que sí podemos discutir es sobre cómo promover, llegar a un mundo en el cual cada persona sea digna, tenga derechos y se les respete, se sienta valorada y amada. Un mundo en el que las personas se sientan plenas, sintiéndose que han venido al mundo para algo, para vivir, gozar, alegrarse, donarse, personas nacidas para la concordia, el diálogo y el amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario