viernes, 17 de mayo de 2013

El hombre más afortunado del mundo


Una vez un hombre muy afortunado había conseguido la mejor entrevista de su vida: iba a entrevistar ni más ni menos que al mismísimo Dios.
Esa tarde el hombre llegó a su casa dos horas antes, se arregló con sus mejores ropas, lavó su automóvil e inmediatamente salió de su hogar. Manejó por la avenida principal rumbo a su cita, pero en el trayecto cayó un chubasco que produjo un embotellamiento de tránsito y quedó parado. El tiempo transcurría, eran ya las 7:30 y la cita sería a las 8:00 p.m.

Repentinamente le tocaron el cristal de la ventanilla y al voltear vio a un chiquillo de unos nueve años ofreciéndole su cajita llena de chicles (goma de mascar). El hombre sacó algún dinero de su bolsillo y cuando se lo iba a entregar al niño ya no lo encontró. Miró hacia el suelo y ahí estaba, en medio de un ataque como de epilepsia.

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