Día Cuarto
Oramos
con la Biblia “...Tu,
por tu parte, enseña la sana doctrina. Que los ancianos sean sobrios, juiciosos
y prudentes, que vivan plenamente la fe, el amor y la paciencia. De igual modo
que los ancianos observen una conducta digna de personas piadosas, que no sean
calumniadoras, ni dadas al vino, sino buenos consejeros; de este modo enseñaron
a las jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, casta,
mujeres de su casa, buenas y respetuosas con sus maridos, para que no se hable
mal de la palabra de Dios...” (Timoteo 2, 1-5).
Reflexionamos: (Obligaciones Familiares) Aquí
descubrimos, que la familia, es el primer camino para llegar a Dios. Con madres
y padres prudentes y sabios que saben vivir enseñando con el ejemplo. Todo
hogar donde reina el amor, la paz y la comprensión es el sitio inmejorable para
una vida sana de fe, por eso, los padres con sus hijos deben vivir gozosamente,
valorándose unos a otros, sin peleas, sin altercados y sin discusiones
inútiles. La lectura de las
cartas de San Pablo les ayudará a cumplir sus compromisos con amor y fe porque
los padres son los primeros y deben ser los mejores educadores de sus hijos. Me
propongo: cumplir con esta imperiosa necesidad.
Oración final:
Oración de San Pablo por los Efesios
(3,14-21)
“...Doblo mis rodillas ante Ti. Padre de quien toma su nombre toda familia en los cielos y en la tierra. Según la riqueza de tu gloria
dígnate fortalecerlos por tu Espíritu para establecer entre ellos el hombre interior...”
“...Doblo mis rodillas ante Ti. Padre de quien toma su nombre toda familia en los cielos y en la tierra. Según la riqueza de tu gloria
dígnate fortalecerlos por tu Espíritu para establecer entre ellos el hombre interior...”
Padre
Nuestro, Ave María y Gloria.
San
Pablo, valiente constructor y difusor de la Iglesia de Cristo...
Ruega por nosotros.
Ruega por nosotros.
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