sábado, 23 de junio de 2012


Día Tercero

Oramos con la Biblia “...Ordena en nombre de Dios, que nadie se enrede en vanas discusiones que no sirven para nada, si no es para ruina de los que escuchan. Esmérate por presentarte ante Dios, como un hombre de probada virtud, como un obrero que no tiene de que avergonzarse, como fiel intérprete de la verdad. Evita las discusiones inútiles que llevan a una impiedad cada vez mayor...” (2 Timoteo 2,14-16)

Reflexionamos: (Evitar el enredo en discusiones vanas) Cuantas veces nos vemos envueltos en discusiones vanas. Hay que evitarlas o cortarlas. Cuando nos ofendan, nos calumnien, nos traten mal física o psicológicamente lo mejor que hay que hacer es callar, no prestarse a seguir en ese trance. Recordemos lo que dijo un gran santo “...con una gota de miel, se cazan mas moscas que con un barril de vinagre...” Nos preguntamos: ¿somos amigos de las discusiones?, ¿cómo actuamos frente a ellas?, ¿nos irritamos, o guardamos discreción y silencio? Debemos proponernos: saber callar, contestar con un buen gesto, que puede ser una sonrisa. Decir siempre la verdad y evitar las discusiones violentas que llevan cada vez más a un alejamiento mayor.

Oración final:
De San Pablo a los Romanos (7, 21-25)
¡Señor, descubro en mí esta realidad: cuando quiero hacer el bien
se me pone delante el mal que está en mí. Cuando me fijo en la Ley de Dios se alegra lo íntimo de mi ser...!

Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
San Pablo, valiente constructor y difusor de la Iglesia de Cristo...
Ruega por nosotros.

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