viernes, 15 de febrero de 2013

Una sencilla oración


Por: bit.ly/12MMMFr
Una mujer pobremente vestida, entró a una tienda. La mujer se acercó al dueño de la tienda y, de la manera más humilde, le preguntó si podía llevarse algunas cosas a crédito. Con voz suave le explicó que su esposo estaba muy enfermo y que no podía trabajar; tenían siete niños y necesitaban comida.

El dueño le pidió que abandonara su tienda. Sabiendo la necesidad que estaba pasando su familia la mujer continuó: "¡Por favor señor! Se lo pagaré tan pronto como pueda". El dueño le dijo que no podía darle crédito ya que no tenía una cuenta de crédito en su tienda.

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