El maestro pidió a sus alumnos que compusieran una lista de aquello que consideraran ellos las 7 maravillas del mundo. Más tarde les pidió que leyeran su lista ante el grupo.
A pesar de algunos desacuerdos, la mayoría votó por lo siguiente:
1. Las Pirámides de Egipto
2. El Taj Mahal
3. El Coloso de Rodas
4. Los Jardines Colgantes de Babilonia
5. El Coliseo de Roma
6. La Muralla China
El maestro buscaba consenso para la séptima maravilla cuando notó que una estudiante permanecía callada y no había entregado aún su lista, así que le preguntó si tenía problemas para hacer su elección.
La muchacha tímidamente respondió:
‒Sí, un poco. No puedo decidirme del todo, son tantas las maravillas".
El maestro le dijo:
‒Dinos lo que tú has escrito, tal vez podamos ayudarte".
La jovencita, titubeó un poco pero finalmente leyó:
‒Creo que las siete maravillas del Mundo son:
1. Poder pensar
2. Poder escuchar
3. Poder actuar
4. Poder dialogar
5. Poder servir
6. Poder orar
7. Y la más importante de todas: Poder amar.
Después de leído esto, el salón quedó en absoluto silencio.
Moraleja:
Es muy sencillo para nosotros poder ver las obras del hombre y referirnos a ellas como maravillas, cuando a veces pasan desapercibidas las maravillas que Dios ha hecho en cada uno de nosotros y que todos estamos invitados a desarrollar.
Fuimos creados por Dios para ser una maravilla: hijos maravillosos, grandiosas personas, excelentes seres humanos. La invitación es a que reconozcamos esto a diario y nos animemos a dar lo mejor de nosotros mismos, sí podemos, pues somos hijos de Dios, creación divina.
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