Cierta ocasión, la casa de una viuda muy rica se incendió. La señora murió en el fuego. Mientras los bomberos trataban de controlar las llamas, se dieron cuenta del que el pequeño hijito de la señora, que tenía tan sólo 5 años de edad, estaba dentro de la casa. No había forma de llegar a él. No sabían cómo llegar al niño.
Un hombre que pasaba por el lugar, vio que las escaleras ya se habían caído, que el edificio no tenía ascensor, y en la escena observó un tubo al lado de las llamas que llegaba a la ventana donde se había asomado el niño, mas nadie podía tocar el tubo por lo mucho que se había calentado. Aquél hombre, valientemente, se deslizó por el tubo quemándose las manos, hasta que llegó donde estaba el niño, salvándole la vida.
Un año más tarde, se disputaban en la Corte quién calificaba para adoptar al niño, siendo al mismo tiempo el administrador de toda la riqueza. Muchos solicitaron la adopción del pequeño, demostraron lo que creían era necesario para calificar: trayectoria, negocios, solidez, riquezas, etc., pero a ninguno aprobaba el niño, y esta era una condición sumamente necesaria.
El juez volvió a llamar a quienes habían asistido para que intentaran nuevamente la aprobación del pequeño. Entró a la sala un hombre desconocido. Caminó lentamente hacia adelante con las manos dentro de los bolsillos, el juez le preguntó por sus credenciales, a lo que respondió: "Señoría, no tengo riquezas ni negocios que me hagan competir contra todos los que aspiran para adoptar al niño". El juez le dijo: "¿Qué hace entonces usted aquí?, alguna razón debe mostrar por la que quiera ser el tutor del niño". El señor dijo: "Solo tengo estas muestras de amor abnegado…" Al decir esto mostró sus manos, estaban blancas, quemadas, desechas.
El niño al verlo reconoció que ese hombre era quien le había salvado la vida y con lágrimas en sus ojos lo abrazo. Este hombre fue quien obtuvo finalmente la custodia del pequeñito.
Querido amigo:
Cristo Jesús pagó por ti un precio incalculable. Entregó su vida para salvar la tuya, y también por ello te lleva esculpido en las palmas de sus manos. Él quiere adoptarte hoy como su hijo, no por que quiera tomar tus bienes sino para cambiar tu desdicha y abandono por su alegría, riqueza y vida abundante…
¿Aceptarás que Él sea tu Padre frente al mundo? Por: http://ow.ly/pOttn [adaptación]
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