martes, 19 de noviembre de 2013

Una monjita galardonada por la ONU



"El amor puede acabar con cualquier conflicto", aseguró este martes en una entrevista con EFE Angélique Namaika, la religiosa congoleña galardonada recientemente con el premio "Nansen para los Refugiados", que concede cada año la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

"Es el amor el que da ánimos a las personas para seguir adelante, el que les ayuda a sonreír de nuevo después de sufrir atrocidades", indicó Namaika, que desde hace diez años trabaja para devolver la vida normal a mujeres víctimas de la violencia de milicias armadas en la República Democrática del Congo.

A través de su Centro para la Reintegración y el Desarrollo, en la provincia de Dungu, al noroeste del país, la hermana Namaika ha ofrecido ayuda psicológica, formación profesional y experiencia laboral a más de 2.000 mujeres y niños víctimas de la violencia de grupos armados en el país.

"Yo vi la importancia de las mujeres, del trabajo que hacen y el papel que cumplen en el mundo", aseguró la congoleña, que indicó que con su apoyo busca, ante todo, facilitar su autonomía. "Si la mujer no es autónoma va a sufrir, sin duda, toda suerte de atrocidades", explicó.

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