jueves, 29 de agosto de 2013

En la casa del Padre


Venid, oh santos, que habéis ofrecido una vida de continencia, de oración, de esperanza, de amor, de mortificación, de ayuno, de penitencia.

Venid, oh vírgenes sabias e inmaculadas, que me elegisteis por esposo vuestro.

Venid, oh padre de familia virtuosos, edificantes; venid, oh madres de familia castas, vigilantes y temerosas de Dios; venid, muchachos sobrios y puros.

Venid, vosotros que amasteis a los pobres y conservasteis la caridad, que os habéis hecho imitadores míos, yo que soy todo caridad y amor.

Venid, oh dignos y celosos pastores, ocupad vuestro lugar dentro del rebaño fiel, que formará vuestra corona para la eternidad.

Ven, oh dulce rebaño, sigue a tu santo pastor; tú escuchaste su palabra, le obedeciste, recibe la recompensa que te corresponde.

Venid, benditos todos de mi Padre, benditos míos, benditos del Espíritu Santo, herederos de Dios, coherederos de Jesucristo; entrad en posesión del Reino que os fue destinado desde los primeros días del mundo (OO I, 223).

No hay comentarios:

Publicar un comentario