jueves, 29 de agosto de 2013

Para mí la vida es Cristo


El ser humano busca a Dios. Cuando vive con lucidez comprende en el fondo de sí mismo que esta búsqueda es la ley interior de su existencia. Sin embargo, enceguecido a consecuencia del pecado y confundido por las múltiples fascinaciones que el mundo le presenta, muchas veces no sabe dónde buscar.

¿Hacia dónde orientar la propia existencia? ¿A quién seguir? ¿Qué enseñanza, qué ejemplo, para encontrar el camino correcto y responder a ese anhelo profundo de plenitud, de felicidad? Muchos modelos se publicitan en este mundo, "ídolos" con promesas que pretenden responder a nuestras aspiraciones, desde las más externas hasta las más profundas y lo son de diverso tipo: actores de cine, cantantes de moda, ciertos políticos, gurús y maestros de nuevas religiones, etc. A veces el modelo que se nos ofrece es simplemente el de la masa amorfa: "haz lo que todos hacen". Pero, ¿conducen todos ellos a responder plenamente a nuestros anhelos más íntimos de permanencia y despliegue? La respuesta sabemos que es negativa. Hay en todo ser humano una como necesidad de encontrar un Maestro y Modelo que responda completa y verdaderamente a su sed de infinito y felicidad.
Por: bit.ly/12RdpNa

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