jueves, 27 de marzo de 2014

De cumpleaños...

Santiago Alberione nació el 04 de abril de 1884, en San Lorenzo de Fosano. Perteneció a una familia  profundamente  cristiana y trabajadora. Sabías que a los 16 años entró al Seminario de Alba. Alberione fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1907.

Este mismo señor, siguiendo la voluntad de Dios, el 20 de agosto de 1914 inició la obra de formar una familia, nosotros somos la Familia Paulina. Compartimos un mismo ideal de haber sido llamados a la santidad y a nuestro apostolado: “Vivir y dar a Jesús Maestro y Pastor Camino, Verdad y Vida a los hombres y mujeres a través de los instrumentos actuales de la comunicación social”. Recordamos con mucho aprecio a nuestro Beato Fundador, Dios bendiga a toda la Familia Paulina y llene a cada uno de ustedes de las mejores bendiciones para sus hogares…

Gracias por compartir con nosotros en este año del Centenario de toda esta gran familia y por hacer posible el sueño de vivir y anunciar siempre el Evangelio. 
Por un paulino.

miércoles, 19 de marzo de 2014

San José, nuestro modelo



San José, modelo de toda virtud, intercede por nosotros para que alcancemos tu misma vida interior. Tú que, amando y trabajando en silencio, cumpliendo fielmente todos los preceptos religiosos y sociales, y sometiéndote siempre a la voluntad de Dios, has alcanzado tan sublime santidad y gloria en el cielo, intercede por nosotros para que podamos crecer en la fe, la esperanza y el amor, cimentarnos en las virtudes cardinales y abundar en los dones del Espíritu Santo.
San José, ruega por nosotros.
Por: Santiago Alberione

martes, 11 de febrero de 2014

Jornada Mundial de las Comunicaciònes

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
PARA LA XLVIII JORNADA MUNDIAL
DE LAS COMUNICACIONES SOCIAL
ES


Comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro

[Domingo 1 de junio de 2014]

 

Queridos hermanos y hermanas:

Hoy vivimos en un mundo que se va haciendo cada vez más «pequeño»; por lo tanto, parece que debería ser más fácil estar cerca los unos de los otros. El desarrollo de los transportes y de las tecnologías de la comunicación nos acerca, conectándonos mejor, y la globalización nos hace interdependientes. Sin embargo, en la humanidad aún quedan divisiones, a veces muy marcadas. A nivel global vemos la escandalosa distancia entre el lujo de los más ricos y la miseria de los más pobres. A menudo basta caminar por una ciudad para ver el contraste entre la gente que vive en las aceras y la luz resplandeciente de las tiendas. Nos hemos acostumbrado tanto a ello que ya no nos llama la atención. El mundo sufre numerosas formas de exclusión, marginación y pobreza; así como de conflictos en los que se mezclan causas económicas, políticas, ideológicas y también, desgraciadamente, religiosas.

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En este mundo, los medios de comunicación pueden ayudar a que nos sintamos más cercanos los unos de los otros, a que percibamos un renovado sentido de unidad de la familia humana que nos impulse a la solidaridad y al compromiso serio por una vida más digna para todos. Comunicar bien nos ayuda a conocernos mejor entre nosotros, a estar más unidos. Los muros que nos dividen solamente se pueden superar si estamos dispuestos a escuchar y a aprender los unos de los otros. Necesitamos resolver las diferencias mediante formas de diálogo que nos permitan crecer en la comprensión y el respeto. La cultura del encuentro requiere que estemos dispuestos no sólo a dar, sino también a recibir de los otros. Los medios de comunicación pueden ayudarnos en esta tarea, especialmente hoy, cuando las redes de la comunicación humana han alcanzado niveles de desarrollo inauditos. En particular, Internet puede ofrecer mayores posibilidades de encuentro y de solidaridad entre todos; y esto es algo bueno, es un don de Dios.

Sin embargo, también existen aspectos problemáticos: la velocidad con la que se suceden las informaciones supera nuestra capacidad de reflexión y de juicio, y no permite una expresión mesurada y correcta de uno mismo. La variedad de las opiniones expresadas puede ser percibida como una riqueza, pero también es posible encerrarse en una esfera hecha de informaciones que sólo correspondan a nuestras expectativas e ideas, o incluso a determinados intereses políticos y económicos. El mundo de la comunicación puede ayudarnos a crecer o, por el contrario, a desorientarnos. El deseo de conexión digital puede terminar por aislarnos de nuestro prójimo, de las personas que tenemos al lado. Sin olvidar que quienes no acceden a estos medios de comunicación social –por tantos motivos–, corren el riesgo de quedar excluidos.

Estos límites son reales, pero no justifican un rechazo de los medios de comunicación social; más bien nos recuerdan que la comunicación es, en definitiva, una conquista más humana que tecnológica. Entonces, ¿qué es lo que nos ayuda a crecer en humanidad y en comprensión recíproca en el mundo digital? Por ejemplo, tenemos que recuperar un cierto sentido de lentitud y de calma. Esto requiere tiempo y capacidad de guardar silencio para escuchar. Necesitamos ser pacientes si queremos entender a quien es distinto de nosotros: la persona se expresa con plenitud no cuando se ve simplemente tolerada, sino cuando percibe que es verdaderamente acogida. Si tenemos el genuino deseo de escuchar a los otros, entonces aprenderemos a mirar el mundo con ojos distintos y a apreciar la experiencia humana tal y como se manifiesta en las distintas culturas y tradiciones. Pero también sabremos apreciar mejor los grandes valores inspirados desde el cristianismo, por ejemplo, la visión del hombre como persona, el matrimonio y la familia, la distinción entre la esfera religiosa y la esfera política, los principios de solidaridad y subsidiaridad, entre otros.

Entonces, ¿cómo se puede poner la comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro? Para nosotros, discípulos del Señor, ¿qué significa encontrar una persona según el Evangelio? ¿Es posible, aun a pesar de nuestros límites y pecados, estar verdaderamente cerca los unos de los otros? Estas preguntas se resumen en la que un escriba, es decir un comunicador, le dirigió un día a Jesús: «¿Quién es mi prójimo?» (Lc 10,29). La pregunta nos ayuda a entender la comunicación en términos de proximidad. Podríamos traducirla así: ¿cómo se manifiesta la «proximidad» en el uso de los medios de comunicación y en el nuevo ambiente creado por la tecnología digital? Descubro una respuesta en la parábola del buen samaritano, que es también una parábola del comunicador. En efecto, quien comunica se hace prójimo, cercano. El buen samaritano no sólo se acerca, sino que se hace cargo del hombre medio muerto que encuentra al borde del camino. Jesús invierte la perspectiva: no se trata de reconocer al otro como mi semejante, sino de ser capaz de hacerme semejante al otro. Comunicar significa, por tanto, tomar conciencia de que somos humanos, hijos de Dios. Me gusta definir este poder de la comunicación como «proximidad».

Cuando la comunicación tiene como objetivo preponderante inducir al consumo o a la manipulación de las personas, nos encontramos ante una agresión violenta como la que sufrió el hombre apaleado por los bandidos y abandonado al borde del camino, como leemos en la parábola. El levita y el sacerdote no ven en él a su prójimo, sino a un extraño de quien es mejor alejarse. En aquel tiempo, lo que les condicionaba eran las leyes de la purificación ritual. Hoy corremos el riesgo de que algunos medios nos condicionen hasta el punto de hacernos ignorar a nuestro prójimo real.

No basta pasar por las «calles» digitales, es decir simplemente estar conectados: es necesario que la conexión vaya acompañada de un verdadero encuentro. No podemos vivir solos, encerrados en nosotros mismos. Necesitamos amar y ser amados. Necesitamos ternura. Las estrategias comunicativas no garantizan la belleza, la bondad y la verdad de la comunicación. El mundo de los medios de comunicación no puede ser ajeno de la preocupación por la humanidad, sino que está llamado a expresar también ternura. La red digital puede ser un lugar rico en humanidad: no una red de cables, sino de personas humanas. La neutralidad de los medios de comunicación es aparente: sólo quien comunica poniéndose en juego a sí mismo puede representar un punto de referencia. El compromiso personal es la raíz misma de la fiabilidad de un comunicador. Precisamente por eso el testimonio cristiano, gracias a la red, puede alcanzar las periferias existenciales.

Lo repito a menudo: entre una Iglesia accidentada por salir a la calle y una Iglesia enferma de autoreferencialidad, prefiero sin duda la primera. Y las calles del mundo son el lugar donde la gente vive, donde es accesible efectiva y afectivamente. Entre estas calles también se encuentran las digitales, pobladas de humanidad, a menudo herida: hombres y mujeres que buscan una salvación o una esperanza. Gracias también a las redes, el mensaje cristiano puede viajar «hasta los confines de la tierra» (Hch. 1,8). Abrir las puertas de las iglesias significa abrirlas asimismo en el mundo digital, tanto para que la gente entre, en cualquier condición de vida en la que se encuentre, como para que el Evangelio pueda cruzar el umbral del templo y salir al encuentro de todos.

Estamos llamados a dar testimonio de una Iglesia que sea la casa de todos. ¿Somos capaces de comunicar este rostro de la Iglesia? La comunicación contribuye a dar forma a la vocación misionera de toda la Iglesia; y las redes sociales son hoy uno de los lugares donde vivir esta vocación redescubriendo la belleza de la fe, la belleza del encuentro con Cristo. También en el contexto de la comunicación sirve una Iglesia que logre llevar calor y encender los corazones.

No se ofrece un testimonio cristiano bombardeando mensajes religiosos, sino con la voluntad de donarse a los demás «a través de la disponibilidad para responder pacientemente y con respeto a sus preguntas y sus dudas en el camino de búsqueda de la verdad y del sentido de la existencia humana» (Benedicto XVI, Mensaje para la XLVII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, 2013).

Pensemos en el episodio de los discípulos de Emaús. Es necesario saber entrar en diálogo con los hombres y las mujeres de hoy para entender sus expectativas, sus dudas, sus esperanzas, y poder ofrecerles el Evangelio, es decir Jesucristo, Dios hecho hombre, muerto y resucitado para liberarnos del pecado y de la muerte. Este desafío requiere profundidad, atención a la vida, sensibilidad espiritual. Dialogar significa estar convencidos de que el otro tiene algo bueno que decir, acoger su punto de vista, sus propuestas. Dialogar no significa renunciar a las propias ideas y tradiciones, sino a la pretensión de que sean únicas y absolutas.

Que la imagen del buen samaritano que venda las heridas del hombre apaleado, versando sobre ellas aceite y vino, nos sirva como guía. Que nuestra comunicación sea aceite perfumado para el dolor y vino bueno para la alegría. Que nuestra luminosidad no provenga de trucos o efectos especiales, sino de acercarnos, con amor y con ternura, a quien encontramos herido en el camino. No tengan miedo de hacerse ciudadanos del mundo digital. El interés y la presencia de la Iglesia en el mundo de la comunicación son importantes para dialogar con el hombre de hoy y llevarlo al encuentro con Cristo: una Iglesia que acompaña en el camino sabe ponerse en camino con todos. En este contexto, la revolución de los medios de comunicación y de la información constituye un desafío grande y apasionante que requiere energías renovadas y una imaginación nueva para transmitir a los demás la belleza de Dios.

Vaticano, 24 de enero de 2014, fiesta de san Francisco de Sales

 

FRANCISCO

lunes, 10 de febrero de 2014



"Ay de mí si no predicara el Evangelio" (1Co 9,16). El espíritu del apóstol san Pablo llene nuestro corazón de amor por el anuncio de la Buena Nueva.

sábado, 14 de diciembre de 2013

La paloma de la paz [Leyenda]


Hace miles de años hubo en Asia dos príncipes enemigos que constantemente se amenazaban aprovechando el menor pretexto. Uno de ellos decidió declarar la guerra y ordenó a los habitantes de su nación que se prepararan para luchar.

El otro príncipe aceptó el desafío. Sin embargo, como habían pasado más de quince años desde la última batalla, no recordaba dónde estaban guardadas su armadura y su ropa de combate. Cuando faltaba un día para el enfrentamiento pidió a su madre que le llevara su casco. La señora regresó con las manos vacías.

—¿Por qué no lo trajiste? —le reclamó.
—No pude cargarlo, pesa mucho —contestó ella.
—Yo mismo iré por él.
—No, por favor no lo toques —pidió la madre mientras le impedía el paso.
—¿Cómo piensas que puedo ir a la guerra sin casco? —preguntó él.
—Mira hijo, dentro de tu casco, que estaba en el patio trasero, una paloma hizo su nido, y dentro de él hay tres pequeñas crías. Las palomas son las aves de la paz: nunca hacen daño a nadie. Todos los días su madre les trae de comer lo que encuentra. ¿Cómo puedo destruir su nido? Cuando vea que quiero tomar el casco, la madre se irá volando y dejará llorando a los polluelos. Eso traerá desgracias a nuestro país…

El príncipe no quería discutir con su madre y se presentó al combate sin casco. Al verlo, su enemigo quedó sorprendido.
—¿Cómo se te ocurre combatir así?
—Mi madre halló que en el casco viven una paloma y sus polluelos. No quisimos hacerles daño.

El otro príncipe no podía creer lo que escuchaba y pidió a uno de sus hombres que comprobara si la historia era cierta.
—Pues sí. Dentro del casco hay tres palomas muy pequeñas con su madre. Se me hace que apenas rompieron el cascarón —confirmó el enviado.

Entonces el príncipe le tendió la mano a su enemigo.
—Hagamos la paz para siempre. Le propuso. Tu madre no quiso destruir el nido de la paloma y sus polluelos ¿cómo podemos querer tú y yo destruir los hogares de miles de personas?
Desde aquel día, los dos reinos fueron amigos y la paloma se convirtió en símbolo de la paz.

Leyenda de Bakú, Azerbaiyán.
Por: EsMás.com

viernes, 13 de diciembre de 2013

La oración del joven sacerdote Bergoglio


El 13 de diciembre de 1969, Jorge Mario Bergoglio, tres días antes de su cumpleaños número 33, fue ordenado sacerdote. Hace hoy de esto 44 años. Algunos días antes, emocionado y feliz, escribió una oración especial que reflejaba su estado de ánimo, y que recoge el diario italiano Avvenire:

“Quiero creer en Dios Padre, que me ama como un hijo, y en Jesús, el Señor, que me infundió su Espíritu en mi vida para hacerme sonreír y llevarme así al Reino eterno de vida. Creo en la Iglesia.

Creo que en la historia, que fue traspasada por la mirada de amor de Dios y en el día de la primavera, 21 de septiembre, me salió al encuentro para invitarme a seguirle.
Creo en mi dolor, infecundo por el egoísmo, en el que me refugio.

Creo en la mezquindad de mi alma que buscar tragar sin dar…, sin dar.
Creo que los demás son buenos y que debo amarlos sin temor y sin traicionarlos nunca buscando una seguridad para mí.
Creo en la vida religiosa.

Creo que quiero amar mucho.
Creo en la muerte cotidiana, quemante, a la que huyo, pero que me sonríe invitándome a aceptarla.
Creo en la paciencia de Dios, acogedora, buena, como una noche de verano.
Creo que papá está en el cielo, junto al Señor.
Creo que el padre Duarte está también allí, intercediendo por mi sacerdocio.
Creo en María, mi Madre, que ama y nunca me dejará solo.

Y espero en la sorpresa de cada día en que se manifestará el amor, la fuerza, la traición y el pecado, que me acompañarán siempre hasta ese encuentro definitivo con ese rostro maravilloso que no sé cómo es, que le escapo continuamente, pero quiero conocer y amar. Amén”.
Por: News.va

miércoles, 11 de diciembre de 2013

La oración de María


Te invitamos a rezar junto a la Virgen María, esta oración que resume toda la razón de su existencia...

Cántico del Magníficat (Lc. 1, 46-55)
«Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo, 
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre».
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Amén.

Muchas felicidades, hermosa María: Madre, Maestra y Reyna de nuestro corazón.
Recibe muchas bendiciones
●Padres y Hermanos Paulinos●

martes, 10 de diciembre de 2013

Sociedad de San Pablo


El objetivo de su misión es poner en contacto la totalidad del Cristo (sintetizada en el título "Cristo Maestro Camino, Verdad y Vida") con todas las facultades de la persona (mente, corazón y voluntad) mediante la comunicación que se realiza con los medios modernos. La metodología usada incluye la propuesta de toda la experiencia cristiana (dogma, moral y culto) y la presentación de todas las realidades humanas en perspectiva cristiana.

El desarrollo histórico de la misión paulina sigue la evolución de la comunicación. Inicialmente el padre Alberione había adoptado los impresos; después asocia también el cine, la radio, la televisión y los discos. Actualmente los Paulinos, empeñados en la evangelización con los mass-media, se preparan para encarnar el Cristo Maestro Camino Verdad y Vida en la "cultura" creada por la comunicación.

Siguiendo las indicaciones del padre Alberione de "lanzarse siempre hacia adelante", los Paulinos quieren estar en la Iglesia del tercer milenio, entre los pioneros de una espiritualidad evangélica e integral que sabe inculturarse en la comunicación global y multimedial. Para el padre Alberione y para los Paulinos, la comunicación en la obra de evangelización no es una simple ayuda sino una forma original y auténtica de predicación, que llega a las personas alejadas de la parroquia.

viernes, 6 de diciembre de 2013

Amar a Dios con todo nuestro ser



El beato Padre Santiago Alberione, fundador de la Familia Paulina nos dejó como herencia espiritual el modo en que todo lo hemos de juzgar para saber si realmente estamos amando a Dios con todo nuestro ser. Así, descubrió que son tres las grandes dimensiones del ser humano:

1. Mente. En ella se origina todo; debemos aprender a santificar y purificar nuestros pensamientos. Pidiendo la claridad que el Espíritu Santo nos da, lo podemos lograr.
2. Corazón. Debemos ir a lo profundo de nuestro interior, darle allí un lugar privilegiado a Jesús Maestro, permitirle que dirija y reine toda nuestra vida.
3. Voluntad. Sin embrago, ya que la fe sin obras está muerta (St 2, 14), con todos nuestros actos debemos transparentar el Rostro bendito de Dios.

Esta es, pues, la integralidad del buen cristiano, el que en su interior, en sus pensamientos, con sus deseos, ilusiones, palabras, acciones y omisiones anuncia al mundo que Cristo habita en él.

¡Gracias, Padre Alberione! Y ya que gozas de la presencia del Señor Eterno, te pedimos que no dejes de rogar por estos tus hijos espirituales que en Dios confiamos. Amén.
Por: Ángel David Arias

Francisco y su Evangelii Gaudium


Uno. La Evangeliii Gaudium (Alegría del Evangelio) del Papa Francisco es una exhortación apostólica, no una encíclica. Eso significa que aun siendo un escrito papal importante, por medio del cual el Sumo Pontífice romano ejerce su liderazgo en temas sociales importantes, no constituye un documento doctrinal. Sí es un documento pastoral, que recoge las reflexiones del Papa Francisco luego del Sínodo de Obispos sobre la nueva evangelización que se llevó a cabo en 2012, bajo el pontificado de Benedicto XVI.

Dos. La Evangelii Gaudium es un documento de 50 mil palabras y poco más de 140 páginas. De esas, aproximadamente una decena aborda el tema de la economía global.

Tres. La Evangelii Gaudium no es un reavivamiento de la teología marxista de la liberación. No hay en una sola de sus líneas una palabra que sugiera que el Papa Francisco es ateo, que suscribe la lucha de clases o el determinismo histórico, o que piensa que la religión es el opio del pueblo. No significa que el Papa Francisco es de culpar por el uso que de su figura bonachona han hecho oportunistas de toda laya. También es injusto cargarlo con la culpa de la supina ignorancia que el grueso de la prensa secular exhibe sobre el cristianismo en general, y el catolicismo romano en particular.

martes, 3 de diciembre de 2013

Niña nace totalmente sana tras darle sus padres una oportunidad al rechazar el aborto eugenésico


Liane e Iain Stooke rechazaron las fuertes presiones médicas para que abortaran a su bebé, al que diagnosticaron un daño cerebral severo por el que carecería de "calidad de vida significativa". Miley, que ahora luce sus 2 hermosos años, nació perfectamente sana.

Los médicos del Hospital de Frenchay, en la ciudada británica de Bristol, indicaron a Liane y Iain Stooke que su bebé Miley nacería deforme, tras realizar una tomografía que mostró una sombra en el cerebro en su hija no nacida. La repetición de la exploración, que mostró la misma sombra, llevó a los médicos un diagnóstico de holoprosencefalia, una condición en la que la parte frontal del cerebro de un niño en el útero no se forma de dos hemisferios.

"Se nos dijo que Miley sufriría graves daños cerebrales por los que probablemente no seríamos capaz de comunicarse, que nunca podría caminar, hablar o de reconocer nuestros rostros ", relatan los Stooke, que tiene otros dos hijos de 4 y 9 años de edad, al Daily Mail. "También que era posible que fuera físicamente deforme. Había un montón de incógnitas" Liane relata cómo los médicos del Hospital Frenchay les recomendaron que abortaran, porque Miley carecería de "calidad de vida significativa". "El doctor dijo que no era demasiado tarde para abortar. Nos lo dijo como si no hubiera otra opción", recuerda la señora Stooke.

viernes, 22 de noviembre de 2013

De la Carta del Papa Juan Pablo II a los Artistas


Cecilia de Roma, mejor conocida como Santa Cecilia, según el Martyrologium hieronymianum, fue una noble romana, convertida al cristianismo y martirizada por su fe en una fecha no fácil de determinar, entre los años 180 y 230. La característica especial de esta insigne mujer, es que estando aún en el martirio no dejaba de cantar las maravillas del Señor, a quien había ofrendado todos sus bienes, virginidad y vida entera.

La Iglesia católica (que incluye su nombre en la plegaria eucarística I de la misa) así como la Iglesia ortodoxa conmemoran su martirio el 22 de noviembre.

En la Iglesia católica, es patrona de la música, los poetas, los ciegos (como santa Lucía de Siracusa); y de las ciudades de: Albi (Francia), Ómaha (Nebraska, EE. UU.) y Mar del Plata (Argentina).

Mundial Brasil 2014: FIFA nombra al Papa Francisco "Amigo del Fútbol"


Cuando ya se conoce a las 32 selecciones clasificadas al Mundial Brasil 2014, con el ingreso final de Uruguay tras vencer a Jordania, el Papa Francisco recibió hoy en audiencia privada al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, en un encuentro en el que este último entregó al Santo Padre un banderín en el que se reconoce al Pontífice como "Amigo del Fútbol".

Blatter obsequió al Papa un banderín con este reconocimiento, una camiseta blanca con el número 10 y un armadillo de peluche, la mascota del Mundial. También le regaló un ejemplar escrito en latín de la nueva revista The FIFA Weekly, que en este número especial incluye, entre otras cosas, un reportaje fotográfico sobre San Lorenzo, el club del que es socio el Pontífice.

Según informó la FIFA en un comunicado, los traductores de la revista tuvieron que recurrir a algunos "trucos" lingüísticos, debido a que ciertos términos, como penal, córner o centrodelantero "todavía no existían en la antigua Roma".

jueves, 21 de noviembre de 2013

Todos tenemos Fe… ¿No me crees?


El Papa emérito Benedicto XVI nos decía que debemos quitarnos de la cabeza la falsa idea de que la fe ya no tienen nada que decirle al hombre de hoy.

Y es cierto, sólo basta hacer una pequeña reflexión para darnos cuenta de que todos tenemos fe. Y es que, para poder SUBSISTIR, el ser humano, además de las mínimas condiciones básicas de vida, necesita fe, creer. Así, vamos viendo que creemos en cientos de cosas, situaciones y personas, aunque no nos demos cuenta.

Por ejemplo, creemos en el médico; cuando tenemos algún malestar acudimos a pedir su auxilio, partimos como de un preconcepto: que él puede darnos un tratamiento eficaz para remediar nuestros padecimientos. No necesariamente nos debe constar que efectivamente el médico tiene los conocimientos y la certificación expedida por cierta universidad para que demos por hecho que puede ayudarnos. Le creemos sin más y, generalmente hacemos lo que él nos indica con una fe casi ciega.

De la misma forma, creemos en el farmaceuta que nos da el medicamento prescrito anteriormente por el médico. No es que nos vayamos personalmente a laboratorio a ver que efectivamente se haga la mezcla específica de tales o cuales activos que necesitamos para tratar nuestro malestar. Nuevamente, por fe, creemos que el producto que se nos entrega en la farmacia efectivamente equivale a lo que, por fe, creemos nos ayudará para restablecer nuestra salud.

Lo mismo dígase de cuando, por ejemplo, compramos un boleto de avión. Difícilmente alguien desconfía si es que en realidad el vuelo llegará al lugar adonde lo compró, ¿qué tal que me llevan a otro sitio?, ¿y si el piloto no sabe sobrevolar el avión?, ¿qué tal que la persona que me vendió el boleto me engañó y no me van a prestar finalmente el servicio que requiero? Simplemente actuamos por fe, creyendo sencillamente en un conjunto de personas que aún sin conocerlas, confiamos y tenemos la seguridad de que nos darán un servicio.

Pues bien, en muchas cosas tenemos fe, en muchas personas, y aún sin habernos visto jamás, les creemos. Mas, lamentablemente, en nuestra relación con Dios no sucede lo mismo… tenemos miles de preguntas, algunas de ellas ilógicas incluso; no nos damos cuenta que en Él también debemos tener fe, confiar, creerle.

¿Por qué Jesús no pudo actuar milagros en su pueblo? No hay otra respuesta, sencillamente porque no tenían fe en Él. Sin embargo, otros cientos de hombres, mujeres y niños de otros lugares fueron testigos y receptores de muchos signos milagrosos. La diferencia era que éstos sí tenían fe en Jesús.

Finalicemos nuestra reflexión con este pequeño pensamiento que nos motiva a CREER: No es que deba poseerse una enorme cantidad de fe, con poca basta. Quien tiene fe, aunque en una diminuta porción, lo tiene todo.
Por: Ángel David Arias Correa

martes, 19 de noviembre de 2013

Una monjita galardonada por la ONU



"El amor puede acabar con cualquier conflicto", aseguró este martes en una entrevista con EFE Angélique Namaika, la religiosa congoleña galardonada recientemente con el premio "Nansen para los Refugiados", que concede cada año la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

"Es el amor el que da ánimos a las personas para seguir adelante, el que les ayuda a sonreír de nuevo después de sufrir atrocidades", indicó Namaika, que desde hace diez años trabaja para devolver la vida normal a mujeres víctimas de la violencia de milicias armadas en la República Democrática del Congo.

A través de su Centro para la Reintegración y el Desarrollo, en la provincia de Dungu, al noroeste del país, la hermana Namaika ha ofrecido ayuda psicológica, formación profesional y experiencia laboral a más de 2.000 mujeres y niños víctimas de la violencia de grupos armados en el país.

"Yo vi la importancia de las mujeres, del trabajo que hacen y el papel que cumplen en el mundo", aseguró la congoleña, que indicó que con su apoyo busca, ante todo, facilitar su autonomía. "Si la mujer no es autónoma va a sufrir, sin duda, toda suerte de atrocidades", explicó.